jueves, 3 de marzo de 2016

El alma humana

Uno de los problemas filosóficos más comunes de la historia es si existe o no una realidad distinta del cuerpo: el alma. Si la respuesta es afirmativa ¿Qué relación tienen alma y cuerpo? ¿Se puede vivir sin contar con el cuerpo físico? Jamás se ha sabido a ciencia cierta la respuesta a estas preguntas, aunque los filósofos han aportado su opinión respecto a este tema que todos hemos abordado al menos una vez en nuestra vida.

Para realizar una síntesis sobre las opiniones más importantes debemos agruparlos en dos grupos: el dualismo y el monismo.
El dualismo afirma que el alma y el cuerpo son dos sustancias diferentes e independientes la una de la otra. En esta doctrina, cuyo filósofo más destacado fue Platón, el cuerpo pertenece al mundo sensible, la parte que interactúa con los objetos físicos y que por eso nos permite conocerlo. El alma, en cambio, proviene del mundo inteligible, nos permite conocerlo porque ha estado en contacto con las ideas; esto es posible debido a que es inmortal, eterna, existe antes y después que el cuerpo.
 En cambio, el monismo intenta demostrar que solo existe una única realidad, la material. Afirman que el ser humano está formado por la fuerza de la naturaleza, es decir, que todo, hasta el alma y los dioses, está compuesto por partículas. Estos separan la mente del cuerpo. En esta doctrina, Demócrito es de los filósofos más relevantes.


Personalmente, aunque ciertos puntos de la teoría dualista me hacen dudar de mi decisión, estoy a favor del monismo. Esto se debe a que para que exista el alma tiene que existir también un mundo aparte, sobrenatural e inmaterial, en el que habiten estas, y, a mi forma de pensar, esto no puede ser posible.

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