jueves, 3 de marzo de 2016

Rima LXVI

¿De dónde vengo?...El más horrible y áspero
de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura;
Los despojos de un alma hecha girones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.

¿A dónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas;
en donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.

Este poema titulado Rima LXVI pertenece a las Rimas de Gustavo Adolfo Becquer, publicadas póstumamente en 1871.

El autor nació en Sevilla el 17 de febrero de 1836.
Su vida estuvo regida por la enfermedad, los fracasos amorosos con varias mujeres y los apuros económicos.
Decidió dedicarse a la literatura mientras trabajaba en periódicos de poca categoría.
Posteriormente entró en "El Contemporáneo" donde publicó crónicas sociales, algunas de sus Leyendas y los ensayos columnistas Cartas desde mi celda que reúne nueve escritas para el periódico publicadas entre mayo y octubre de 1864.
En 1867 escribió sus famosas Rimas, pero la Revolución de 1868 hizo que se perdiera el manuscrito y el poeta tuvo que preparar otro.
Murió el 22 de diciembre de 1870 por tuberculosis agravada por una depresión.

Unas de sus obras más conocidas son sus Rimas, a la que pertenece este poema, y las Leyendas y Cartas desde mi celda, ambos textos narrativos.

Gustavo Adolfo Becquer pertenece al Romanticismo. Esta corriente se caracteriza por la ansía de libertad, la exaltación del yo individual, el espíritu de rebeldía, el sentimiento de soledad  y de resignación al sufrimiento, la identificación con la naturaleza, la exaltación de la imaginación y del sentimiento, y la valoración de lo nacional y popular.
Otros poetas propios del Romanticismo son José de Espronceda, Rosalia de Castro y José Zorrilla.

La poesía de Becquer se caracteriza por que mantiene el ritmo, por  la rima asonante y la igualdad de sílabas métricas, además, los versos no tienen número fijo de versos, casi todos son de tema amoroso o tétrico, y consiguen alcanzar un alto nivel de grandilocuencia y expresividad.

En este texto el poeta contesta dos preguntas referentes a su vida: primero sobre lo que ha sido su vida hasta el momento, llena de sufrimiento tanto físico como emocional; y después sobre lo que será hasta su muerte, presagiando su olvido.

El tema que trata es la visión pesimista del autor sobre la vida.

El tono con el que está tratado el tema es sombrío.

Las rimas a las que pertenece este poema se dividen según el tema que abordan: de la I a la XI tratan sobre el genio lírico y la inspiración; de la XII a la XXIX, sobre el amor esperanzado y gozoso; de la XXX a la LX, sobre el fracaso amoroso; y, por último, de la LII a la LXXIX, sobre la soledad y el vacío existencial.

En el texto puede apreciarse el tópico vida como camino.

En el poema se encuentran varias palabras pertenecientes al campo semántico o asociativo de camino (Sendero, camino, páramos, valle), relacionado con el tópico literario vida como camino.

El texto está escrito en futuro salvo en las dos preguntas iniciales de las estrofas, que están escritas en presente.


Esta obra contiene varios recursos literarios como son el epíteto, que se encuentra en el cuarto verso "roca dura"; apóstrofe en el séptimo verso "te dirán"; paralelismo en el comienzo de ambas estrofas "¿De dónde vengo?/¿A dónde voy?" la estructura es: preposición+adverbio+verbo; y por último, encabalgamiento a través de todo el poema.

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